República Dominicana.- Yinet Diloné y Olga Arias son dos madres que se propusieron lactar de forma exclusiva a sus bebés durante los primeros seis meses de vida y hoy, con alegría y orgullo, cuentan todo los benéficos que obtuvieron tanto ellas como sus criaturas.
Para la doctora Diloné, lactar a su niña se convirtió en un reto. Luego de tener dos hijos que no pudo lactar de forma exclusiva, se propuso que sí lo lograría con su tercer bebé.
Cuenta que como médico residente debía permanecer muchas horas en su lugar de trabajo, “pero el amor de madre no ve límites cuando se trata del bienestar de sus hijos”, así que cada día en medio de su ajetreada jornada, priorizaba el tiempo para extraerse.
“Fueron seis meses maravillosos”, expresó emocionada, en los que pudo lograr el objetivo trazado de lactar a su niña y vio como se fortaleció el vínculo con su pequeña al ofrecerle un alimento que le daba la garantía de un mejor desarrollo.
“No enfoques tu mirada en los obstáculos y lo difícil del camino, concéntrate en lo beneficioso que será lactar para ti y para tu bebé”, recomendó a todas las embarazadas y madres de recién nacidos.
Asimismo, les exhortó a buscar ayuda profesional para que la lactancia materna exclusiva sea posible, “si no sabes dónde acudir, acércate a tu Centro de Primer Nivel más cercano y pregunta por los Círculos de Lactancia Materna del SNS, un programa diseñado para ofrecer acompañamiento en este hermoso proceso de amamantar a tu bebé de forma exitosa”, recomendó.
La lactancia exclusiva se logra con paciencia, perseverancia y siendo positiva
“Mi primer día con el bebé fue difícil, no sabía cómo amamantarlo, al principio lloré y me deprimí, pensé que no lo lograría”, manifestó Olga Arias.
Narra que siempre había dicho que quería lactar, aunque en realidad no conocía todos los beneficios que esto le traería, “seguro era el instinto materno obrando en mí, así que el segundo día me levanté más esperanzada y me propuse dar el seno, ¿y saben qué? mi bebé se pegó y en ese momento fui inmensamente feliz, nunca imaginé sentir algo tan bello”, manifestó.
Olga cuenta que a los dos meses su niño, que nació a las 35 semanas, no avanzaba con el peso y tenía mucho reflujo, por lo que decidió llevarlo al pediatra, quien le dijo que estaba desnutrido, le daba el seno de forma incorrecta, “mal agarre del pezón”.
A partir de ahí inició un nuevo proceso para lactarlo adecuadamente y al mes siguiente ya el bebé tenía un peso promedio y estaba saludable.
“Pudimos vencer los obstáculos que se presentaron en el camino gracias a la oportuna orientación de nuestro doctor, finalmente logré lactar a mi bebé de forma exclusiva”, expresó con orgullo.
“La lactancia exclusiva se logra si somos pacientes, perseverantes y positivas, y es muy importante consultar a tu doctor si tienes dudas”, agregó.
Recordó además que la lactancia no es un asunto solo de la madre, “la verdad el apoyo de mi esposo fue fundamental en esta hermosa aventura, sin el involucramiento paterno y su refuerzo positivo el proceso pudo ser distinto”. Destacó que lactar su bebé fue fruto de un hermoso e intenso trabajo en equipo.
“A partir de los 6 meses, inicié con la alimentación complementaria y lacté por tres años y siete meses. Me siento muy orgullosa, lactar es un acto de amor y un sacrificio que vale la pena, poder ver a mi hijo saludable y feliz no tiene comparación”, concluyó.