Cada 28 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis, una enfermedad que provoca inflamación del hígado y que, si no se detecta y trata a tiempo, puede causar daños graves e irreversibles a este órgano vital.
La hepatitis se clasifica en los tipos A, B, C, D y E, según su origen. Esta inflamación del hígado puede ser causada por virus, consumo excesivo de alcohol, toxinas, algunos medicamentos y ciertas enfermedades.
La doctora Damaris Germán Tejeda, médico gastroenteróloga, señala que dentro de los síntomas que puede provocar la enfermedad están la fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náuseas y vómitos, dolor abdominal, orina oscura, heces color arcilla e ictericia o coloración amarillenta en la piel y los ojos.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) correspondientes a 2022, alrededor de 254 millones de personas vivían con hepatitis B y 50 millones con hepatitis C en todo el mundo. De estas infecciones crónicas, aproximadamente la mitad afecta a personas entre 30 y 54 años, mientras que un 12% corresponde a menores de 18 años.
“La hepatitis B (VHB) y la hepatitis C (VHC) se transmiten principalmente a través del contacto con la sangre de una persona infectada. Ambos virus también pueden transmitirse sexualmente y de madre a hijo durante el parto, aunque la transmisión sexual es menos común para el VHC”, asegura la doctora Germán, quien tiene más de diez años de experiencia en el diagnóstico y tratamiento de este tipo de enfermedad.
Hepatitis A
Esta presentación de la enfermedad puede contraerse al ingerir alimentos o bebidas contaminadas con el virus, contaminación que puede ocurrir durante el cultivo, la cosecha, procesamiento, manipulación e incluso después de la cocción de dichos alimentos. También es posible que la hepatitis A se contraiga tras ingerir agua contaminada.
La hepatitis A se puede prevenir eficazmente mediante la vacunación, especialmente en niños entre los 12 y 23 meses, y en aquellos de 2 a 18 años que no hayan sido vacunados previamente. Además, mantener una buena higiene de manos es clave para evitar la propagación del virus.
Hepatitis B, prevenible con vacuna
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la hepatitis B se transmite principalmente cuando la sangre, el semen u otros fluidos corporales de una persona infectada con el virus de la hepatitis B (VHB) entran en el organismo de alguien no infectado, incluso en cantidades microscópicas.
La buena noticia es que la hepatitis B se puede prevenir de forma segura y eficaz mediante la vacunación. Esta vacuna, que forma parte del esquema básico de inmunización en muchos países —incluida la República Dominicana—, es clave para evitar nuevas infecciones, especialmente cuando se aplica desde el nacimiento.
La inmunización contra el VHB es recomendada por la OMS y los CDC, y ha demostrado ser altamente efectiva para proteger a largo plazo contra la enfermedad y sus complicaciones, como la cirrosis o el cáncer de hígado.
La Hepatitis C se cura
La hepatitis C se transmite principalmente por contacto con sangre infectada, especialmente al compartir agujas, jeringas u otros instrumentos utilizados para el consumo de drogas inyectables. También puede adquirirse mediante procedimientos invasivos como tatuajes o perforaciones corporales realizadas sin las debidas medidas de higiene y esterilización.
A diferencia de la hepatitis B, no existe actualmente una vacuna para prevenir la hepatitis C. Sin embargo, en los últimos años se han desarrollado tratamientos altamente efectivos que pueden curar la enfermedad.
“Los avances en el tratamiento de la hepatitis C han sido significativos en la última década. Hoy en día, existen antivirales de acción directa (AAD) que permiten eliminar el virus en más del 95% de los casos, con tratamientos orales que duran entre 8 y 12 semanas, tienen pocos efectos secundarios y alta eficacia”, apunta la doctora Damaris Germán.
Importancia del diagnóstico a tiempo

Esta realidad convierte al diagnóstico temprano en una herramienta clave, ya que muchas personas pueden vivir con la infección durante años sin presentar síntomas.
“En este Día Mundial contra la Hepatitis, el llamado es a que la población se haga la prueba, pues detectar a tiempo salva vidas”, exhorta Germán.
Concluye además que la detección a tiempo no solo permite iniciar el tratamiento adecuado, sino que reduce el riesgo de complicaciones graves como la cirrosis o el cáncer hepático, y evita nuevas transmisiones.
Acciones de la Red Pública
El Servicio Nacional de Salud (SNS) dispone de cuatro unidades especializadas para el tratamiento y control de enfermedades hepáticas. Estas están ubicadas en el Centro de Gastroenterología, Hospital Padre Billini, y Hospital Francisco Moscoso Puello en Santo Domingo, y el Hospital José María Cabral y Báez en Santiago.
Estas unidades se enfocan en el estudio, diagnóstico, monitoreo y tratamiento de alteraciones en las pruebas bioquímicas de función hepática, abordando diversas enfermedades del hígado. Brindan atención en consulta de lunes a viernes, en horario de 7:00 a.m. a 4:00 p. m.