República Dominicana. – En el país , más de 180 mil personas han logrado superar el COVID-19, tres de estos hablan acerca de su experiencia en centros de la Red Pública, luego de ganar la batalla a esta enfermedad y ver la luz al final del túnel.
Tal es el caso del señor Castillo Vallejo, quien estuvo ingresado en el Hospital Regional Doctor Marcelino Vélez Santana y al contar su experiencia en el centro, explica lo fuerte que fue su proceso, sin embargo, destaca que, gracias a las atenciones recibidas en el centro de salud, la lucha contra el COVID-19 fue más llevadera.
“Yo llegué a este hospital muy mal, no sabía lo que tenía, no podía respirar, tampoco sabía que era una falta de oxígeno hasta que me ingresaron, me colocaron un ventilador y empezaron a medicarme”, expresa.
Vallejo cuenta que, tras varios días hospitalizado, con la angustia de no saber si lograría superar la enfermedad, finalmente recibió el alta médica. Agradeció a Dios por haberle “devuelto la vida”. “Me siento más que agradecido, no tengo palabras porque yo no me salvaba, mi familia no contaba conmigo, pero gracias a Dios y a los médicos sigo vivo”.
“Gracias a Dios, mi madre pudo superar el COVID-19, los médicos la trataron de maravilla, yo me siento muy bien, no tenemos queja alguna, ha sido muy positivo el trato”, expresa Margarita Peña, cuya madre permaneció dos semanas ingresada en el referido centro de salud, afectada de coronavirus y una obstrucción intestinal.
De igual forma, el joven Samuel Rodríguez agradece al personal médico del Marcelino Vélez por las buenas atenciones ofrecidas a su padre, quien luego de estar hospitalizado en ese centro de salud producto del COVID-19, pudo librar la batalla.
“Mi padre dice que las enfermeras tienen las manos benditas, porque lo medicaban día y noche y nunca sintió ni un rasguño”, agrega.
Para Ana Mercedes García, lo más difícil fue estar lejos de sus familiares, sin embargo, valora enormemente las atenciones recibidas por todo el equipo de salud que le asistió en el Hospital José María Cabral y Báez, de Santiago.
“Lo que más extraño es llegar a mi hogar y estar con mi familia, agradezco a los médicos que se preocuparon tanto porque esté bien, lograron estabilizar mi salud y de verdad no sé cómo agradecerle”, manifiesta.
También difícil para el personal médico
Un resultado positivo de COVID-19 es una noticia desalentadora que puede llegar a tener un impacto negativo en la salud emocional de quien lo padece, sus familiares y el personal médico que asiste.
Así lo afirma la neumóloga Wendy Morel, al expresar que el COVID-19, además de jornadas de trabajo más largas de lo habitual y en consecuencia poco descanso, también trae consigo una “carga emocional en el ámbito laboral”.
“Realmente ha sido algo impactante, no solo en el ámbito laboral, sino también en el ámbito personal, porque a veces podemos ayudar a que los pacientes se recuperen y otros que, aunque, pongamos todos los medios no lo logran”, agregó.
igualmente, la anestesióloga intensivista del Marcelino Vélez Santana, Ingrid Herrera, manifiesta que los médicos están expuestos a un desgaste físico y emocional, “porque es difícil ver personas morir en un dos por tres, esto ha sido una situación muy lamentable”.
Un panorama similar es el que viven los médicos del Cabral y Báez, de acuerdo con el doctor Wally Acosta Abreu, intensivista de ese centro de salud, “la situación es muy crítica, tenemos mucho flujo de pacientes, aun así, hacemos un gran esfuerzo para que cada persona que llegue a esta unidad salga victoriosa”.
Agrega que los hospitales que pertenecen a La Red COVID-19 cuentan con equipamiento necesario para dar respuesta ante cualquier eventualidad, insta a la ciudadanía a tomar conciencia. “Estamos luchando, necesitamos el gran apoyo de la población, que es muy importante para la prevención del contagio”.
A la fecha, en el país se han registrado 236,210 casos de COVID-19, de los cuales 186,703 se han recuperado y 46,450 permanecen activos, de acuerdo con el último boletín emitido por el Ministerio de Salud Pública.