Santo Domingo. – La pandemia del COVID-19 ha generado cambios bruscos en la rutina de la humanidad, nos hemos visto en la necesidad de cambiar la forma de compartir, manteniendo el distanciamiento físico a fin de contener la propagación del virus.
Lo anterior, sumado al miedo a padecer la enfermedad y a las pérdidas humanas y económicas ha incidido de forma significativa en el aumento de la depresión y otras afecciones de salud mental a nivel mundial.
A propósito de conmemorarse este 13 de enero el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, la psiquiatra y encargada nacional de Salud Mental del Servicio Nacional de Salud (SNS), Francis Báez, explicó la importancia de conocer sobre esta enfermedad y aceptar que existe.
Frente a la situación que vivimos, recomienda además implementar estrategias y técnicas de supervivencia para cuidar la salud mental, “el ser humano tiene el don divino de reinventarse y crear en momentos o situaciones de crisis, por lo que motivamos a cada uno a ser responsable de aportar ese grano de arena que nos ayudará a formar esa montaña para poder subir y mirar más allá de la pandemia”.
Báez indicó que la depresión es una enfermedad que afecta el ánimo y las emociones debido a una alteración en los neuro transmisores cerebrales, que puede deberse a causas genéticas o adquiridas, “esta última pueden ser por múltiples factores como sociales, económicos, sentimentales, perdidas, duelos o ambientales”, detalló.
Entre los síntomas mencionó los emocionales, como son perdida del interés, tristeza, sensación de vacío, irritabilidad, incapacidad de sentir placer, susceptibilidad, llanto frecuente y falta de concentración; y somáticos que pueden ser insomnio o hipersomnia, disminución de la fuerza o pérdida de energía, bloqueo mental, disminución de la motricidad y dolores en diferentes partes del cuerpo.
Exhortó a las personas que presentan síntomas de depresión expresárselo a alguien de confianza y junto con esa persona ir al psiquiatra que es el especialista que sabe tratar la enfermedad, “cuando alguien pierde el interés de realizar actividades divertidas , no quiere arreglarse , salir, ni estar con nadie , cuando no está rindiendo como debe en sus funciones, si su cuerpo presenta alteraciones que no tienen explicación o si la tristeza y el llanto son muy frecuente es hora de ir al psiquiatra”.
Francis Báez destacó que las edades más frecuentes donde pueden observarse los picos depresivos son la adolescencia y en la adulta madura (45-55 años), donde ocurren los cambios y revisiones más grandes del ser humano. Entre los factores de riesgos se incluye el embarazo y los partos, problemas familiares o económicos, cambios bruscos en la salud o la vida del individuo y el duelo “es decir todo aquello que de una u otra forma provoque alteración de las emociones”.
En tal sentido recomendó “si notamos síntomas de depresión en allegados o conocidos debemos expresarle a ellos nuestra preocupación y llevarlos al especialista de salud mental para que esta no se convierta en una depresión mayor y llegue al suicidio”.
Informó que los centros de la Red Pública cuentan con psicólogos y psiquiatras capacitados para atender la salud mental de la población de manera gratuita. Recientemente el SNS creó un Departamento de Salud Mental, con el interés de fortalecer el servicio que reciben los usuarios en esa área.