La satisfacción de los usuarios del Hospital Docente Universitario Dr. Darío Contreras se ha convertido en un instrumento de valor creciente, considerado un indicador de la calidad de los servicios brindados que influyen en las diferentes áreas de este centro de salud, que se refleja en testimonios de usuarios que acuden en busca de los servicios brindados en dicho centro.
Luis Mario Vásquez, usuario de Ortopedia, expresa su satisfacción con las atenciones recibidas por los médicos, aunque resalta la espera para recibir el servicio “es un poco larga”, establece la gran diferencia del tiempo de espera en el “viejo Darío”, del cual recuerda un hospital viejo, sin condiciones y que una hora se convertía en más de dos, señalando “ahora parece una clínica, con aire, asientos cómodos, donde te llaman por televisión y te resuelven”.
En el mismo tenor respondió el señor Santo Alfonso Ramírez, usuario de Ortopedia, «Todo muy bien, buenas señalizaciones, orientación de las consultas para la ubicación de dónde vamos hasta el momento todo muy bien».
Mientras que Julio Gómez, paciente regular del centro hospitalario, es otro que establece la gran diferencia en la espera de una consulta que no deja de ser un tiempo largo pero en un área confortable.
Cada día son más los que llenan la salas de consultas del hospital traumatológico en busca de asistencia hospitalaria especializada, ya en lo que va de año se registraron de (enero – junio) 48,195 consultas que con relación al mismo período que fue de 47,648, estableciendo un aumento de un 1.18 por ciento con relación al año anterior.
Es por ello el director del hospital, José Aponte Pons, en el recién acto de investidura de 30 nuevos especialistas los instó a estar comprometidos con la salud del pueblo dominicano y la calidad de asistencia en un servicio humanitario con profesionalidad y trato humano.
Dijo que el país está en un punto de inflexión en lo que es la atención en salud, a su juicio, se advierte en los cambios en la atención en los centros asistenciales, como en la calidad, calidez, trato humano y profesional.
Indicó que esto obliga a los que se gradúan, tener siempre presente que tienen que ser profesionales que brindan salud al que no la tiene, servicio que debe ofrecerse dentro de un marco humano de identificación con el paciente y con una buena orientación.