A la hora que decidimos llevar dietas, surgen interrogantes en cuanto al papel que puedan tener los frutos secos debido a la falsa creencia que favorecen el aumento de peso.
Los frutos secos son semillas comestibles envueltas por una cáscara dura, proporcionan energía inmediata y aportan grasas buenas, fibra, vitaminas, minerales y proteínas entre estas avellanas, almendras, piñones, pistachos, castañas, nueces, etc.
A continuación, compartimos algunos de los beneficios que nos puede aportar su consumo
-La almendra, previene la oxidación del colesterol.
-Pistachos, aportan luteína para la vista.
-En lo referente a nuestro corazón, existe menos riesgo de una enfermedad coronaria.
-Mejora el tejido de los vasos capilares de personas que tienen alto nivel de colesterol en la sangre.
-Alto grado de antioxidantes en la sangre, reduce las células cancerígenas.
-Menor riesgo de piedras en la vesícula.
-Mejor nivel cognitivo.
-Ayuda a sentirse saciado y minimizar el consumo de calorías.
La inclusión de frutos secos, al menos dos veces a la semana, se asocia a la reducción del 32% de padecer hipertensión arterial o diabetes.
Entre 30 a 50 gramos es el consumo ideal por día.
Los frutos secos procesados tienden a tener menos beneficios ya que pierden algunas propiedades o se le añade elementos que provocan que varié la efectividad.