Santo Domingo. Las contracciones le iniciaron el jueves 20 de mayo, fue entonces cuando acudió a La Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia para asegurarse de que todo marchara bien con las tres criaturas que llevaba en su vientre.
Mientras esperaba para ser atendida, fue abordada por la directora del centro, Joselyn Sánchez, a quien le manifestó que sentía un “leve dolorcito”. Dolencia que minutos después se tradujo en tres vidas en medio de la pandemia.
A pesar de que sintió angustia por ser madre primeriza, con un embarazo múltiple y traer a sus hijos en medio de la incertidumbre colectiva por el COVID-19, la joven agradeció a Dios y al equipo médico que la asistió, tanto a ella como a sus bebés.
“Cuando estaba en medio de la cirugía, se me cortaba la respiración por los nervios y pensaba que me iba a morir pero todo salió bien gracias a Dios, aquí nos han atendido muy bien, me siento muy cómoda” narró la joven madre.
El embarazo se desarrolló sin mayores complicaciones. Acudía a sus chequeos de rutina en la Maternidad de Los Mina, pero ante la reestructuración en los servicios de salud por el COVID-19, fue referida a la Maternidad La Altagracia donde prestan servicio a las pacientes embarazadas que no están afectadas del virus.
Los trillizos nacieron de 28 semanas de gestación, por cesárea sin complicaciones según informaron los doctores Mario Rafael Estrada y Landy Tapia, especialistas en ginecología y obstetricia, quienes realizaron la cirugía junto a un equipo médico integrado por pediatras y otros profesionales de salud, «para garantizar a cada bebé la mejor atención durante su nacimiento».
Dos de los bebés pesaron tres libras, mientras que otro nació con un peso de dos libras y tres cuarto. Los tres permanecen en perfecto estado de salud, en la Unidad de Cuidados Neonatales de la maternidad.
A la adolescente de 15 años se le aplicará su método de planificación familiar y es atendida en la Unidad de Género de la maternidad donde un equipo multidisciplinario le ofrece asistencia, entre ellas psicológicas, ante la nueva realidad que a su corta edad debe asumir, ser madre de tres niños.
Reside en el Distrito Nacional, junto al padre de sus hijos quien labora en una fábrica de textiles. La ahora madre de trillizos, califica el nacimiento de sus pequeños como “una promesa de Dios de que todo saldrá bien”.