Santo Domingo. – La menopausia suele presentarse a partir de los cincuenta años y consiste en la disminución natural de las hormonas reproductivas de la mujer, luego de la desaparición de la ovulación y, por tanto, de la menstruación.
La etapa menopáusica trae consigo una serie de cambios que pueden alterar diferentes aspectos de la salud física y mental de la mujer, así lo explicó el endocrinólogo y ginecólogo, Rafael Loyola, de la Maternidad San Lorenzo de Los Mina, quien señaló las alteraciones menstruales como uno de los primeros síntomas en aparecer.
“En principio los ciclos menstruales empiezan a hacerse más cortos o sea, menos de 21 días, luego se van prolongando a más de 35 días, a tres meses y hasta cuatro meses”, agregó que, “aparecen también los síntomas que son muy clínicos, como los llamados sofocos o calores intensos, que se presentan de manera repentina y varias veces durante el día y la noche”.
Indicó que aproximadamente el 75 y 80 por ciento de las pacientes en la etapa menopáusica sufren el calor intenso, “como una especie de oleada que inicia en todo el tórax, el cuello, la cara y luego termina con una sudoración aguda acompañada de escalofrío”.
Además de estos síntomas que se presentan con frecuencia en horas nocturnas y que impiden un descanso adecuado, durante esta etapa y como consecuencia de la falta de hormonas, la melatonina también disminuye considerablemente afectando los ciclos del sueño y produciendo insomnio, “todo esto provoca en la mujer estados de irritabilidad”, añadió Loyola.
Durante este período de la vida de la mujer también es frecuente que se presenten síntomas depresivos, ansiedad y cambios de humor que, para combatirlos, el especialista recomienda afianzar el vínculo afectivo con la pareja, si la tiene, compenetrarse en su entorno familiar y en caso de requerirlo, buscar ayuda de un especialista.
Para mantener una vida saludable durante la etapa de la menopausia y prolongar la aparición de enfermedades propias de la edad, como la diabetes e hipertensión, el doctor Rafael Loyola exhortó acudir a chequeos rutinarios, mantener una buena alimentación y evitar hábitos como el tabaquismo, alcohol y desnutrición.
“Una dieta balanceada y el ejercicio regular se relacionan con una mejor calidad de vida y un mejor estado de salud, tanto físico como mental, y por supuesto, una mejoría en la calidad del sueño”, apuntó.
De igual forma, sugirió no frecuentar lugares poco ventilados y utilizar ropa ligera para ayudar al cuerpo a sobrellevar estos síntomas que son normales y propios del proceso menopáusico.