El ser humano es una entidad biopsicosocial, esto quiere decir que estamos conformados por tres estructuras coexistentes y que trabajan de manera simultánea. Lo biológico, psicológico y social interactúan de forma recíproca y estas estructuras pueden estimularse afectándose mutuamente.
Conforme a lo mencionado, estar enfermo es el resultado de la interacción de múltiples factores, interacción que tiene lugar principalmente a través de los sistemas nervioso, endocrino e inmunitario.
Este tipo de relación entre los sistemas mencionados es objeto de estudio de la disciplina llamada “psiconeuroinmunología” la cual es definida por Gómez y Escobar (2002) como la rama de la ciencia que estudia las relaciones complejas entre el sistema inmunológico y el sistema nervioso central.
Para la medicina, el asma es una patología del sistema respiratorio que se caracteriza por una inflamación, obstrucción intermitente e hiperreactividad de las vías respiratorias. Las manifestaciones sintomáticas del asma son una reacción a numerosos estímulos detonantes tanto endógenos (internos a la persona), como exógenos (del ambiente).
Los mecanismos que subyacentes incluyen la estimulación directa sobre la musculatura lisa del árbol bronquial y el estímulo indirecto para que células propias secreten sustancias activas que producen la reacción inflamatoria y la broncoconstricción.
Entre estos estímulos desencadenantes están la exposición a un medio ambiente inadecuado (frío, húmedo o con alérgenos), el ejercicio o esfuerzo y reacciones a alimentos u otras sustancias como consecuencia de un aumento de la permeabilidad intestinal. Enfermedades víricas y bacterianas de las vías respiratorias altas y el estrés emocional pueden empeorar los síntomas. (Fisgerald, 2015).
¿Cómo vinculamos el asma con la Salud Mental?
En cuanto a salud mental, el asma funge como estresor psicosocial y a la vez como factor de riesgo para la aparición de diversas patologías como la depresión mayor y ansiedad en niños, ya que esta condición de acuerdo con Garey (2021) favorece a la aparición de los siguientes estresores:
1. Absentismo escolar
2. Disminución en la interacción social
3. Limitaciones de las actividades extracurriculares
4. Afección en el desarrollo emocional/psicológico normal del niño.
¿Existe relación entre el funcionamiento familiar y el padecimiento del Asma?
La familia es un sistema dinámico y cohesionado donde las conductas adaptativas o desadaptativas de los miembros de dicho sistema juegan un rol preponderante en el proceso salud/enfermedad de cada uno de los miembros.
Se hipotetiza que un estilo de crianza hostil y autoritario donde sea evidente el maltrato puede tener repercusiones en el sistema inmunológico haciéndolo vulnerable a las infecciones que pueden detonar las crisis de asma.
Cabe señalar que en muchas familias disfuncionales desconocen el hecho de que los hijos padecen de dicha patología haciendo imposible una adherencia al tratamiento o la búsqueda de una intervención eficaz ante tal problemática sanitaria.
Para apalear esta realidad psicosocial es importante la realización de programas de políticas públicas que puedan trabajar los elementos que favorezcan a la disfunción familiar.
En cuanto la intervención psicoterapéutica, la Terapia Familiar Sistémica es el método eficaz para intervenir los problemas de disfunción familiar y su repercusión en los elementos individuales de la familia, en este caso el infante que padece de asma y como dicha enfermedad es exacerbada por los estresores de su núcleo familiar.
Por Miguel Ángel Jiménez Milanesse
M.A. Psicología Clínica y de la Salud
Supervisor Nacional de Salud Mental del SNS