Lo que comemos influye directamente sobre nuestra salud, durante este tiempo en casa es indispensable crear hábitos alimenticios saludables que contribuyan al bienestar de todos los miembros de la familia.
Una mala alimentación, sumada a la poca actividad física, es la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad según datos de la Organización Mundial de la Salud, lo que constituye un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles como cardiovasculares, diabetes, osteoartritis (enfermedad degenerativa de las articulaciones) y algunos tipos de cánceres (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon).
Atender las responsabilidades laborales y del hogar al mismo tiempo puede hacer que en ocasiones nos sintamos tentados a optar por alimentos procesados para ahorrar tiempo y esfuerzo, pero existen alternativas prácticas y saludables que nos pueden ayudar.
Algunos consejos:
• En las visitas al supermercado procura conseguir vegetales frescos. Como las salidas de casa deben ser limitadas estos productos se pueden congelar, permitiendo conservar gran parte de su sabor y nutrientes.
• Cuando tenga menos trabajo prepara platos a base de vegetales para varios días y consérvalos en el refrigerador. Solo tendrás que calentar y resolverás de forma rápida.
• Si no encuentras productos frescos, puedes sustituirlos por alimentos deshidratados o en conserva, que también son alternativas saludables.
• Para las meriendas elige opciones sanas. Sustituye los dulces y los productos a base de harina por porciones de frutas frescas, queso, yogur (preferiblemente, sin azúcar) y frutos secos o deshidratados (almendras, maníes, ciruelas, pasas, entre otras). Estos productos te ayudan a saciarte y aportan importantes nutrientes a tu cuerpo.
• En la medida de lo posible opta por alimentos naturales o mínimamente procesados. Antes de comprar un producto consulta la etiqueta y elige aquellos que contengan la menor cantidad de sustancias.
• Evita las bebidas azucaradas y procura mantenerte hidratado consumiendo la cantidad de agua que tu cuerpo necesita.
Involucrar a los demás miembros de la familia en el proceso de preparar los alimentos, lo hará más divertido y fomenta el hábito de comer sano.
Es importante establecer un horario para comer juntos en familia, esto además de reducir la ansiedad, es una excelente oportunidad para fortalecer los lazos familiares.